Mantener un aspecto juvenil, una buena forma física o una excelente salud son deseos que surgen naturalmente a medida que los años avanzan y el imparable reloj de la vida nos recuerda que ya no somos unos niños.
Es innegable que el cuerpo, esa maravillosa máquina que nos permite interactuar con el mundo físico, va perdiendo brillo a medida que lo hacemos transitar por los mil y un senderos que recorremos en nuestro peregrinar de un lado a otro, pasando de una estación a la siguiente. Es una propiedad que comparte toda materia existente en el universo. Y nosotros no íbamos a ser una excepción, ¿verdad?
Sin embargo…
Redefiniendo el envejecimiento
Tendemos a identificar mayoría de edad (o juventud acumulada, como prefiere llamarla M. A. Puig, un comunicador de primer nivel, además de muchas otras cosas) con pérdida. Perdemos salud, energía, ilusiones, capacidades… Pero también resulta posible, por muy sorprendente que pueda parecernos, que suceda todo lo contrario. Es decir: que ganemos en salud, en energía, en ilusiones o en capacidades. Esta manera de interpretar el paso de los años no solo va a dulcificar el innegable paso del tiempo que refleja nuestro cuerpo, sino que, y esto es lo realmente importante, va a conseguir que vivamos la aventura de envejecer con la misma ilusión, sino mayor, que la manifestamos al pasar de la adolescencia a la madurez.
Envejecer con propósito: La actitud marca la diferencia
Vivir con propósito significa tener claridad sobre lo que te motiva. Puede ser el cuidado de tu familia, el aprendizaje continuo o el voluntariado. Tener un propósito te mantiene enfocado y lleno de energía.
Participar en actividades que te apasionen, como pintar, leer, viajar o enseñar es algo que enriquece tu vida y fortalece tu sentido de identidad.
Mantenerse activ@ con proyectos de vida es, pues, un componente esencial para sentirse bien haciéndose mayor. Tener ilusiones y trabajar en ellas no es exclusivo de la juventud, es un acicate de vida para cualquier edad, una motivación para levantarse cada mañana con energías renovadas y acometer un nuevo día pleno de expectativas. Puede que la forma que adquiera esa motivación en un joven de veinticuatro y en una persona de setenta y dos sean distintas, pero la esencia, el sentimiento que llena el corazón en ambos será idéntico.
El poder de «No dejar entrar al viejo»
Cuando le preguntaron a Clint Eastwood cuál era su secreto para seguir activo y brillante a su edad, esta fue su respuesta: “se trata de no dejar entrar al viejo”. Una metáfora divertida para describir la resistencia a dejarse arrastrar hacia una mentalidad de decrepitud a medida que crecemos en edad. Continuando con su descripción: “Envejecer puede ser agradable, e incluso divertido, si sabes cómo emplear el tiempo, estás satisfecho con lo que has logrado y sigues conservando la ilusión”. A esto se le llama «no dejar entrar al viejo a casa»”.
Estrategias para cuidar tu salud física y mental
Existen ingredientes básicos para conseguir disponer de una buena salud y un óptimo bienestar a medida que envejecemos. Algunos en el terreno de lo psico-emocional, como mantener niveles bajos de estrés (la relajación guiada y el mindfulness, entre otras, son excelentes herramientas de apoyo), aprender a lidiar con las preocupaciones o desprenderse de la necesidad de aprobación. Otros están más relacionados con el cuerpo: el ejercicio físico (adaptado a cada situación personal), una dieta saludable o algunos suplementos que puedan ayudar a contrarrestar el desgaste que traen los años. En definitiva, se trata de no aceptar la idea de que hacerse mayor implica pérdida.
Cuida tu cuerpo, tu aliado para vivir plenamente
Son tres los aspectos a tener en cuenta para conseguir mantener una buena condición física a medida que los años nos visitan:
- Ejercicio físico adaptado: Practica actividades que se ajusten a tu condición, como caminar, nadar o yoga. El movimiento no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el estado de ánimo.
- Nutrición consciente: Mantén una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Incorpora alimentos ricos en antioxidantes y asegúrate de obtener suficiente vitamina D.
- Suplementos inteligentes: Infórmate sobre que complementos como colágeno, omega-3 o vitaminas específicas, pueden venirte bien de acuerdo con tus condiciones de salud y vida particulares.
Entrena tu mente para avanzar en edad con optimismo
Algunas estrategias muy concretas y simples de integrar en tu vida te pueden ayudar a mantener la ilusión y la fuerza emocional y mental. Entre ellas:
- Prácticas de mindfulness y relajación: Dedica unos minutos al día para meditar o realizar ejercicios de respiración. Esto ayuda a reducir el estrés y aumentar la claridad mental.
- Desprenderte de la necesidad de aprobación: Aprende a priorizar lo que realmente te hace feliz y a dejar de lado expectativas externas.
- Mantener activas tus aficiones y proyectos: Tener metas personales y actividades que disfrutes es clave para mantener la motivación y el entusiasmo por la vida.
La importancia de las relaciones y el sentido de comunidad
Mantener relaciones significativas contribuye a mejorar nuestra salud emocional y física. Busca conectar con amigos, familiares o grupos que compartan tus intereses. La soledad puede ser un desafío en etapas avanzadas, pero siempre es posible desarrollar nuevos vínculos.
Sé un mentor para las nuevas generaciones: compartir tu experiencia y conocimientos con otros no solo te llena de propósito, sino que también fortalece tu autoestima. Considera participar en programas de mentoría o voluntariado
Retrocediendo en el tiempo: claves de un envejecimiento feliz
En vez de ver el envejecimiento como una fase de pérdida, enfócate en las oportunidades que esta etapa ofrece: más tiempo para explorar tus intereses, mayor madurez emocional y la posibilidad de construir un legado significativo.
Reflexiona sobre lo que has logrado y permítete sentir orgullos@ por ello. Ello hará que tengas una percepción positiva de tu vida y te motiva a seguir avanzando.
Abraza los cambios con flexibilidad: la vida está en constante transformación, y cada etapa trae consigo nuevos retos y recompensas. Aprende a adaptarte con una mentalidad abierta y receptiva, apreciando el valor de cada experiencia.
La actitud mental juega un papel fundamental en el proceso de envejecimiento. Es importante no enfocarse en los signos asociados con la edad, como los achaques o la falta de energía, así como evitar la comparación con épocas pasadas. Mantener una mentalidad positiva y abierta a nuevas experiencias puede ayudarnos a vivir la etapa de envejecimiento con ilusión y vitalidad.
Permanecer activo y comprometido con proyectos de vida es esencial para sentirse bien a medida que envejecemos. Tener metas e ilusiones nos motiva a levantarnos cada día con renovadas energías y nos brinda un propósito que trasciende la edad. La motivación y la pasión por lo que hacemos son elementos clave para retroceder en el tiempo.
El cuidado integral de nuestro cuerpo y mente es fundamental para envejecer de manera saludable y plena. Mantener niveles bajos de estrés, realizar ejercicio físico adaptado, seguir una dieta equilibrada y cultivar relaciones sociales positivas son prácticas que pueden contribuir a nuestro bienestar general a lo largo de los años.
Conclusión: diseña un futuro inspirador
No importa tu edad, ni tus condiciones físicas. Siempre es posible crear un futuro lleno de significado. Con pequeñas acciones diarias, puedes vivir de forma más plena, feliz y saludable. Recuerda que el secreto de un envejecimiento exitoso no está en evitar el paso del tiempo, sino en saber adaptarse, mantenerse activo y tener unos o varios propósitos de vida, algo que resulta esencial para cualquier edad.